Quants: Los Reyes de Wall Street

¿Es suficiente ser un buen financista para ganar dinero haciendo trading? La historia de Wall Street mostró que en realidad el mejor especialista en el manejo de medios financieros resultó ser James Simons, físico y matemático.

¿Quiénes son los Quants?

Los Quants son aquellos que negocian en bolsas, aplicando las últimas tecnologías y complicados algoritmos matemáticos y estadísticos. Son la nueva generación de los traders de Wall Street que no analizan las noticias financieras y no pronostican el valor de las compañías, sino que hacen algoritmos que influyen en la rentabilidad y reducen los riesgos. De hecho, ellos no son financistas o analistas económicos, sino físicos, matemáticos y programadores.

Básicamente los Quants trabajan para bancos y grandes instituciones financieras, ya que para el comercio de alta frecuencia (HFT — high frequency trading) necesitan canales de comunicación súper-rápidos y computadoras de alta velocidad.

Atentado de Wall Street

El comercio bursátil de alta frecuencia se hizo popular en Wall Street en los años 2000. Entonces los financistas empezaron a hablar de una nueva era en la economía: los robots hechos por los Quants hacían por sí mismos transacciones de compraventa de acciones, seguían el mercado y a través de métodos matemáticos pronosticaban el comportamiento de los precios de las acciones. Comparando con un ser humano, los robots tenían una serie de ventajas: el programa podía hacer transacciones cien veces más frecuentemente, trabajar mucho más efectivamente, hacer análisis técnico del mercado. Otra ventaja considerable fue la ausencia de emociones inherentes a seres humanos, que periódicamente afectan tanto a los traders. Con el tiempo, tras el gran entusiasmo, los traders notaron las desventajas de los robots. Los participantes de Wall Street pronto se dieron cuenta de que éstos influyen negativamente en la fijación de los precios, colocando una multitud de órdenes y cambiando el precio varias veces por segundo. Pronto la mayoría de los mercados mundiales introdujeron impuestos a los robots bursátiles. Pero el principal peligro en el funcionamiento de los robots era el fracaso de los programas que podían llevar a la quiebra a las compañías más destacadas, en caso de la ausencia inmediata de la intervención humana. Actualmente los Ministerios de Finanzas del Reino Unido y de los EE.UU luchan contra este fenómeno.

Los célebres Quants

El primer genio que se dió cuenta de que se podía ganar millones en Wall Street a través de habilidades matemáticas fue Edward Thorp, quien aplicaba sus conocimientos científicos en los años 1950 para hackear el Blackjack y hacía analogías entre los juegos de azar y el negocio de inversiones. A finales de los años 1960 Thorp utilizaba sus conocimientos de probabilidad y estadísticas en el mercado bursátil detectando y explotando muchas evaluaciones anómalas en los mercados de valores y ganado grandes cantidades de dinero.

James Simons (77 años) se considera uno de los más exitosos directores de fondos de inversión. Los periodistas y también sus colegas le dieron el apodo de “Rey del análisis cuantitavo” (Quant King). En 1974 el ex-profesor de matemática invirtió $600 mil en los futuros de materias primas junto con sus compañeros. En ese período los precios de los futuros de azúcar crecieron y 7 meses después los inversores principiantes ya tenían $6 millones. En 1978 Simons fundó Monemetrics, compañía de inversiones predecesora de Renaissance. Su idea consistía en utilizar modelos matemáticos en el comercio de divisas. Los modelos matemáticos iban desarrolándose durante 10 años y en 1988 Simons y James Ax, su colega de la universidad, montaron un fondo de cobertura denominándolo Medallion. Los años 90 resultaron exitosos para Medallion. A lo largo de 11 años de existencia el fondo que contaba con 148 empleados registró ingresos medios anuales del 43,6%. Según Forbes, su fortuna actual se calcula en unos 14 mil millones de dólares.

Ken Griffin se considera uno de los más exitosos traders de la actualidad. Él es el fundador del fondo de cobertura Citadel, que hoy en día controla activos por valor de 26 mil millones de dólares, de los cuales 6 mil millones constituyen su fortuna personal. Él dió a los métodos matemáticos el papel predominante en el funcionamiento de Citadel. Como James Simons, Griffin confía el trading a los ordenadores, cuyos programas son creados por matemáticos y físicos.